
El dilema es conocido y se hace cada vez más acuciante. Imagina que eres un voluntario apuntado a un ensayo clínico de una vacuna nueva, pongamos la de Novavax, una firma de Maryland. El ensayo transcurre según lo previsto, y tú sabes –por eso te apuntaste— que es esencial para saber si la nueva vacuna es segura y eficaz. Estos ensayos dividen la muestra en una mitad que recibe la vacuna y otra que recibe un placebo, sin que ni el paciente ni el médico sepan quién es quién. Sin eso no hay resultados fiables, y la vacuna de Novavax nunca llegará a aprobarse. Pero, claro, ahora sabes que hay vac…
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